sábado, 7 de noviembre de 2009

LA LECTURA Y LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS



“Cuando Marshall McLuhan, allá por los años ‘60, despertaba la atención del público, algunos críticos apresurados lo acusaron de promover el fin de la cultura del libro y de proclamar (o quizá propiciar) el inicio de la era de la televisión. Una mirada más incisiva, repararía en que lo que McLuhan observaba, iba mucho más lejos en realidad: los formatos podían determinar el contenido de los mensajes, y de allí, el potencial poder que advertía en la televisión. La idea de concebir la forma como condicionante del contenido, provocadora algunas décadas atrás, acabaría resultando profética.” Graciela Paula Caldeiro comienza así un artículo titulado “La lectura y las nuevas tecnologías de la comunicación”, donde reflexiona acerca del retorno de la palabra escrita, la hipertextualidad, los lectores activos y sus niveles de interactividad y las tecnologías para la producción cooperativa de textos. Para acceder a este interesante ensayo, que postula un modo de lectura diferente, cuyo protagonista participa como lector, escritor y supervisor a la vez de los textos en pantalla, visitar este sitio.
Hace muchos años que algunas personas, ante la avalancha de la información y la rapidez con la que mutan las denominadas “nuevas tecnologías”, postulan la muerte del libro como objeto de intercambio cultural por excelencia. Ante esta postura, es interesante escuchar la voz de un editor, quien conoce más que nadie las cifras de edición y producción de libros en la actualidad. Este breve artículo, denominado “La muerte del libro, un falso debate”, además de arrojar datos sobre la industria del libro, postula que no serán las nuevas tecnologias las culpables de la “hipotética desaparición del libro”, sino, tal vez, el circuito de producción y circulación de los mismos libros. Esta nota se realizó en base a una entrvista a Philippe Ollé-Laprune y puede leerse completa aquí.
La revista colombiana Palabra Clave, realizada por la Universidad de La Sabana, postula en un artículo cuyo nombre es “Lectura y nuevas tecnologías: una relación constructiva y dinámica” y su autora Luz Carmen Barrera Avellaneda, que “hoy más que en cualquier época, adquiere especial importancia el dominio de la destreza lectora” pues ninguna de las nuevas tecnologías “posibilitan presindir del acto de leer”. Para acceder a este número de la publicación periódica Palabra Clave, hacer click aquí.
En el sitio El documentalista enredado: biblioteconomía, infonomía, Internet y nuevas tecnologías, se puede leer una entrada que lleva por título “La muerte del libro, los derechos de autor, el poder de la información…y otras historias de terror”. Se muestran aquí, algunas de las visiones “fatalistas” y “positivas” -como las denomina el autor de este sitio- sobre los cambios que introducen los avances tecnológicos en la vida de las personas y en sus modos de lectura. En este breve recorrido histórico sobre el tema, el navegante puede encontrarse con datos de autores representativos sobre este debate.
Algunas estadísticas señalan que los jóvenes pasan muchísimas horas frente a la pantalla, ya no la del televisor, sino la de las computadoras, ordenadores o teléfonos celulares. Es por eso que se debate sobre una “supuesta crisis de lectura juvenil”, como se denomina parte de este artículo, que abre una discusión rica en opiniones sobre la formación de lectores en “este nuevo orden tecnólogico”. Se puede acceder al ensayo “Los jóvenes ante las nuevas tecnologías: entre la crisis de la lectura y el nuevo ocio fragmentado” y a distintos artículos sobre el tema en el sitio del III Congreso Online: observatorio para CiberSociedad, disponibles incluso en distintos idiomas.
Haciendo referencia al debate sobre la desaparición del libro, Juan Gabriel Vásquez señala lo siguiente: “Como tantos otros debates tanatológicos (la muerte de la novela, la muerte de la ópera, la muerte de la pintura figurativa), éste tiene un vicio que lo condena desde el comienzo: las dos partes están hablando de cosas distintas. Cuando alguien sostiene que la maravillosa invención del libro electrónico traerá el fin del libro en papel, no está pensando en el mismo libro en papel que tiene en mente un lector de literatura cuando sostiene lo contrario. La razón es simple: no lo usan para las mismas cosas.” En esta breve nota se hace referencia a la muerte del libro en formato papel, ante la aparición de los mismos objetos en soporte digital. Para leer esta columna de opinión de El espectador, ingresar a este sitio.
Cuando se habla del binomio lectura y tecnología, debe pensarse en distintos modos de alfabetización de los usuarios, puesto que si los modos de lectura han cambiado a partir de la creación de los espacios digitales, también deben hacerlo las formas de “enseñar a leer”. Sobre la naturaleza del término alfabetismo y la comprensión lectora en internet trata este artículo, “Comprensión de lectura en Internet: ampliando lo que entendemos por comprensión de lectura para incluir las nuevas competencias”, que puede leerse en el sitio de la Fundación Eduteka.
El escritor Anatole France señaló alguna vez: “El libro es el opio de Occidente. Nos devora. Llegará un día en que todos seremos bibliotecarios, y todo habrá concluido.” Esta frase funciona como epígrafe de un extenso y completo ensayo realizado por Michel Melot, titulado “¿Y cómo va la muerte del libro?” . Melot repasa en este texto las diferentes posturas en torno a este tema, a través de la voz de los especialistas en lectura, autores, lectores y medios de comunicación masivos, sin descuidar la mirada política e ideológica que este asunto merece. Puede leerse de manera completa, aquí.
El portal Educar presenta en una sección dedicada a la enseñanza de la Lengua y la Literatura, un listado de sitios virtuales que proponen a los alumnos una interacción distinta entre ellos como lectores, los textos y los autores. El artículo se titula “Literatura hoy. La lectura y la escritura tamizadas por las nuevas tecnologías. Educación y TIC aplicadas al arte de contar” y está disponible haciendo click sobre estas palabras.

FUENTE: EDUCARED

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